En el artículo sobre La Salud Espiritual, les comenté sobre cuáles son sus componentes básicos según la mayoría de los autores: el sentido de la vida, el amor, la confianza y la fe, y expliqué algo de cada uno de esos componentes. Así, la Salud Espiritual se define en base a esos elementos que la componen.
En este documento, hablaremos sobre cuáles son los beneficios más importantes de tener una buena salud espiritual.
¿Cuáles son los beneficios de tener una buena salud espiritual?
En realidad son muchos, pero podríamos englobarlos en los
siguientes:
- Mejora la autoestima.
- Mejora el sistema inmunológico.
- Disminuye el estrés.
- Ayuda a tener una actitud positiva en momentos de crisis.
- Mejor relación con el perdón.
- Mejora la calidad de vida.
Y ya con estos principales beneficios tú podrías vislumbrar
los efectos de cada uno de ellos, sin embargo voy a ayudarte a analizarlos.
Mejora la autoestima
Podríamos definir la autoestima como la valoración que
tenemos de nosotros mismos, lo cual se basa en tener una correcta percepción de
nuestra personalidad, de nuestros dones, talentos y capacidades.
Una persona con buena autoestima no es una persona
presumida. El presumido a menudo tiene baja autoestima y necesita vanagloriarse
para captar la atención de los demás y de esa manera no sentirse mal. Alguien
con una correcta valoración de sí mismo, no necesita presumir y es más discreto
y reservado.
Sabes que tienes buena autoestima cuando posees
algunas de estas características:
- Autoconfianza: es una de las principales propiedades de la buena autoestima. Sabes que puedes alcanzar el éxito sin que los primeros fracasos te afecten demasiado, es más, ves los fracasos como maestros que te enseñan qué funciona y qué no. El éxito está a la vuelta de la esquina y por eso eres capaz de perseverar hasta obtener el resultado deseado.
- Habilidades: es un conjunto de dones y talentos, que los tienes desde pequeño (innatos) o fuiste desarrollando a lo largo de tu vida (adquiridos) pero que puedes ir perfeccionando a través de la práctica.
- Capacidad de afrontar los problemas y superarlos: aprendes a enfrentar los problemas que se presenten sabiendo que tienes las herramientas para superarlos de manera asertiva, por eso no te preocupas por evadir esas situaciones.
- Asumir responsabilidades: no temes asumir nuevas responsabilidades ya que sabes que puedes cumplirlas a cabalidad, porque sabes que no basta con realizar la tarea asignada, sino que te preocupas por hacerla de la forma más efectiva y eficiente.
- Toma de decisiones: no lo haces a la ligera ni permites que te presionen para decidir algo de esa forma, sino que analizas los pros y contras de cada situación. Tu capacidad de imaginación te permite ver en el futuro con mayor claridad lo que puede ocurrir y por eso al momento de la toma de decisiones lo haces de forma segura y con completa responsabilidad de las consecuencias de estas decisiones.
- Buenas relaciones con los demás: al resto de las personas les atrae quienes tienen buena autoestima, ya que a la mayoría les gusta seguir a alguien que los apoye y los aliente (un líder) y evitan a los sujetos conflictivos. Así que sabes aprovechar esto para beneficio del grupo y la consecución de las metas del equipo.
Mejora el sistema inmunológico
En una
publicación de la Revista Venezolana de Oncología titulado “LA CONEXIÓN
MENTE-CUERPO-ESPÍRITU Y SU EFECTO EN LA PROMOCIÓN DE LA SALUD EN PACIENTES
ONCOLÓGICOS” de mayo del 2006 (lo puedes leer en la página de Sci-elo)
realizaron una exhaustiva revisión bibliográfica de estudios que arrojan
evidencias de cómo la espiritualidad disminuye los síntomas y los efectos
adversos del tratamiento en pacientes con diferentes tipos de cáncer.
En ése
documento se trata de establecer una diferencia entre “religiosidad” y “espiritualidad”
y se observó que las personas espirituales tendían en forma general, a tener un
estilo de vida más saludable y evitar el uso de sustancias nocivas, lo que les ayudaba en gran manera.
Además, los “pacientes espirituales”
desarrollaban durante sus oraciones o meditaciones unos cambios en sus patrones
electroencefalográficos que podrían influir positivamente en el bloqueo y
estimulación de hormonas para la sensación de mejoría y sobre el sistema
inmunológico para el control de la enfermedad.
Aunque se pensó
que estos cambios solo se debían a los efectos originados en el propio cerebro,
llama la atención que estudios realizados en diferentes instituciones
demostraban cómo la oración realizada por grupos de personas influían
positivamente sobre el sistema inmune y en la evolución de estos pacientes en
comparación con pacientes donde solo recibían el tratamiento médico sin
oración. Lo que impresionó a los científicos es que esta evidente diferencia en
la mejoría ocurría incluso en pacientes que desconocían que estaban orando por
ellos, lo que descarta el efecto placebo.
Esta mejoría
de la inmunidad se observaba también en estudios relacionados con pacientes VIH
positivos.
En la
conclusión del estudio mencionado, y con base en la
bibliografía revisada, recomiendan que en el tratamiento de pacientes oncológicos se
incluya la espiritualidad en los programas de apoyo psicosocial,
Disminución del estrés
El personal de la Clínica Mayo recomienda que para aliviar el estrés
existen diversa herramientas como realizar ejercicios, alimentarse sanamente,
comunicarse con los amigos y… practicar la espiritualidad.
En el escrito indican que la espiritualidad mejora la calidad de
vida, mental y físicamente, debido a que la persona siente que tiene un
propósito en la vida, que puede conectarse con los demás y con un ser superior, sentir que forma
parte de un todo, que tiene personas que le apoyan, que puede compartir las
bendiciones con los que le rodean y además llevar una vida más saludable.
Actitud positiva en momentos de crisis
Las crisis, las aflicciones, los problemas, prácticamente forman
parte del día a día de cada persona. La manera como afronta estas situaciones
determina cómo viva cada persona.
Lamentablemente, muchos viven en un egoísmo o individualismo donde
“lo mío es primero”, sus intereses están por encima de los demás y son capaces
de pasar por encima de quien sea para alcanzar sus mezquinos objetivos.
Otros sin embargo, establecen sus prioridades en función del bien de
los demás. Son personas que no les importa quitarse el pan de la boca para
dárselo al más necesitado. Pueden sacrificar tiempo, espacio, finanzas, para
beneficiar a terceros, aunque ni siquiera los conozca.
Son personas que han alcanzado tal nivel de espiritualidad que están
conscientes que el aquí y el ahora son pasajeros, temporales. Que existe una
eternidad y al realizar actos de justicia a los menos afortunados, están
ganando sitios exclusivos en el más allá.
Cuando pasan por una situación de crisis, ésta no les afecta, porque
saben que solo es algo temporal. Aunque es raro que esto les ocurra, porque
parece que mientras más dan, más reciben, como si la vida les recompensa su
desprendimiento. Pero ellos saben que es solo el cumplimiento de Leyes
establecidas en principios espirituales que van más allá de lo comprensible.
“No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que
siembra.” (Gálatas 6:7)
Mejor relación con el perdón
El autoperdonarse, perdonar a otros y desear ser perdonados son
acciones muy importantes en todo ser humano, aunque muchos lo desconozcan,
porque se obtiene una paz espiritual difícil de entender por muchas personas.
El perdón no es una emoción o un sentimiento, es una decisión.
Si resentimos de alguien o de nosotros mismos, creamos lo que se
denomina “raíces de amargura” emocionales que pueden generar trastornos físicos
y psicológicos como depresión, trastornos del sueño, problemas
cardiovasculares, diferentes formas de cáncer, etc.
No se perdona parcialmente, o esta o aquella conducta, mientras que
otras “son imperdonables”. Así no es la cosa, se debe perdonar a alguien
totalmente.
Perdonar no es olvidar el daño o acto recibido, es poder recordarlo
sin experimentar el odio o rencor que se sentía, sin que queden resentimientos
de por medio.
El perdonar es un acto liberador:
“perdonar es dejar libre a un prisionero, y descubrir que el prisionero era uno mismo”
Mejor calidad de vida
Muchos no entienden por qué sucede, pero saben que sí sucede, y
aunque tratan de darle muchas explicaciones, saben que la espiritualidad ayuda
a mejorar la salud y la calidad de vida por lo siguiente:
- Disminuye el estrés, depresión y ansiedad.
- Tienen menor tendencia al suicidio.
- Menor propensión al uso y abuso de tabaco, alcohol y drogas
- Reduce la presión arterial.
- Mejora los síntomas del cáncer y los efectos adversos del tratamiento
- Sensación de optimismo y esperanza.
- Satisfacción y paz interior
Bueno, este
tema resultó ser más largo de lo que pensé, así que el qué podemos hacer para mejorar
nuestra Salud Espiritual quedará para una próxima oportunidad.
Bendiciones…










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