¿De qué trata la salud espiritual?
Existen tantas definiciones de la salud espiritual y qué la
conforma como autores sobre este tema, pero la mayoría coincide en que estos principios son básicos en ella:
- El sentido de la vida
- El amor
- La confianza
- La fe
Si eres ateo o de “mentalidad científica” no te preocupes,
no voy a tratar de convencerte de lo contrario, solo quiero mostrarte algunos
hechos. Sigue leyendo aunque sea por curiosidad de lo que te
expondré más abajo.
El Sentido de la Vida
De joven me hacía muchas
preguntas de temas filosóficos, teológicos, existenciales… Y entre estas
preguntas están algunas que tal vez te hayas hecho alguna vez: ¿Por qué estoy
en este planeta? ¿Dónde estaba yo (mi consciencia) antes de residir en este
cuerpo? ¿Para qué estoy yo aquí? ¿Vine aquí con un propósito? ¿Cuál es mi
propósito en la vida?
El encontrarle un sentido y un propósito a la vida nos
permite vivir a plenitud porque eso nos ayuda a fijarnos objetivos y metas que
pueden ir más allá del simple deseo de ser próspero o alcanzar algún estatus
social.
Y es que la salud espiritual va por encima de la
satisfacción de conseguir bienes materiales, o de la efímera belleza física.
Lo material no lo es todo
Podría escribir incontables experiencias de personas
conocidas en el mundo de la moda, del cine, de la música, por mencionar solo
estas áreas, en las cuales personas muy admiradas por unos, o envidiadas por
otros, han alcanzado el tope de la popularidad y sin embargo han sentido que
eso no lo es todo, que necesitan más.
Buscan a través del sexo, drogas, fiestas y otros prohibidos
deseos el llenar ése vacío interior y al no conseguirlo optan por una drástica "solución" porque no le ven sentido a sus vidas.
Mientras que otras personas, con una vida más sencilla, sin
tantos lujos, rodeados del amor de sus seres queridos y haciendo las cosa que
le llenan por dentro, logran experimentar una paz espiritual que otras personas
jamás lograrían entender.
El Amor
La necesidad de amar y ser amados es algo que está escrito
muy dentro de los genes de todas las personas. Cada quien busca ser feliz, y
para alcanzar la felicidad, o por lo menos de tener muchos momentos felices
cada día, es necesario amar y ser amado.
He conocido personas que hablan mal de sus congéneres acusándolos (no sin razón) de todo el mal que existe sobre el planeta, la polución, el agujero de ozono, las hambrunas, las guerras, la pobreza, etc. Así que prefieren ser como ermitaños, alejados de todas las personas, pero con un perrito al cual le profesan todo el amor que no siente por otro ser humano, y del cual reciben mucho en retribución. Así que en este caso también se observa el amor.
En realidad, el amor es un tema bastante largo y complejo,
pero podríamos resumirlo básicamente en dos tipos de amor: el que se siente
por otra persona y el que se siente por uno mismo.
Todos (excepto el caso del ermitaño) tenemos otra persona a quien
amamos, bien sea un padre o madre, un hijo o hija, pareja, etc. Tenemos esa
necesidad de amar a otra persona y recibir amor de ella.
También es importante
el amarse a sí mismo(a) para poder tener un buen equilibrio (sin llegar al narcisismo). Quien no se ama a
sí mismo, muy difícilmente puede amar a otro, o por lo menos difícilmente sabe demostrar amor hacia
otra persona.
Permíteme dejar este tema así de sencillo en esta oportunidad. En otro artículo podría extenderme más sobre el amor y sus complejidades.
La Confianza
Sin confianza en los demás o en sí mismo no se puede
alcanzar la paz, tranquilidad, sosiego, que necesita quien desea obtener la
salud espiritual.
Esta confianza incluye el dejar a los demás hacer las cosas como a ellos les parece y esperar el mejor resultado posible. Ya que hay personas que piensan “para que las cosas queden bien, debo hacerlas yo mismo(a)” ya que no creen que otros las pueden hacer tan bien o mejor que ellos.
Igualmente, tener confianza en uno mismo es fundamental
para alcanzar el éxito en lo que planificamos. Una persona sin confianza en sí
misma jamás logrará alcanzar las metas que se coloque, puesto que al menor problema
lo abandonará todo, con temor a enfrentar nuevos emprendimientos.
Y es que el temor al fracaso es uno de los obstáculos más
infranqueables que alguien se puede colocar a sí mismo. Porque en realidad no
existe tal cosa como el “fracaso”, ya que el no obtener los resultados
esperados nos enseña a cómo no hacer las cosas, así que hay que perseverar hasta encontrar la forma.
Quienes no se desaniman ante el “fracaso” y siguen
intentando una y otra vez hasta lograr la meta, son las personas exitosas que
hoy conocemos.
La Fe
Es una virtud que demuestra una creencia profunda en algo o
alguien. Es cuando estamos completamente convencidos de algo, aunque no lo veamos
en el momento.
Aquí me refiero, no a la fe en las personas ni en uno mismo,
porque esto lo traté en el punto anterior, sino en la fe a un ser sobrenatural,
una consciencia cósmica, a una forma de energía inteligente que está por encima
de las dimensiones que nos limitan a nosotros como el tiempo y el espacio…
Dios!
Quienes desarrollan este tipo de certeza, se encuentran muy
por encima de las circunstancia, porque no importa la situación por la que
estén pasando en el momento: enfermedad incurable, problema “sin solución”,
escasez extrema, ellos SABEN que pueden salir de eso. Y si no, no importa,
porque su destino final será mejor que lo que presentan en ese momento.
Así se ven sanaciones asombrosas, bien documentadas, que la
ciencia no ha podido explicar, pero que los médicos se cuidan de llamar
“milagros”, porque esa palabra está vedada para todo buen científico.
Por esto echan mano de una relativamente nueva rama de la ciencia médica que es la “psiconeuroinmunología” la cual estudia la compleja interrelación entre los procesos psicológicos y los sistemas nervioso e inmunitario y trata de explicar todos estos fenómenos de curación por medio de la fe, pero de esto también hablaremos en otros artículos.
Pido disculpas a los lectores porque me pasé de las 650
palabras recomendadas por los expertos. Así que dejaremos las preguntas: ¿Cuáles son los beneficios de tener una buena salud espiritual? y ¿Cómo
puedo lograr mejorar mi salud espiritual? para contestar en artículos
posteriores.
¡Hasta la vista!







No hay comentarios:
Publicar un comentario